DelirioBlog

Odisea

Hace un rato que llegué a la residencia y sorprendentemente están todos los ordenadores libres. Aunque no se de que me sorprendo puesto que solo quedamos tres niñas. Por no estar, creo que no están ni las monjas. Así que puedo aprovechar que los traidores de mis amigos están todos en Málaga, y que el messenger no funciona para escribir que tal ha ido la primera semana en la universidad.
Bien, gracias.
Una vez finalizada mi extensa narración (¿Que esperábais? en una semana solo he dado hora y media de clase. Eso si, he dejado sin existencias practicamente todas las papelerías-tiendas de bellas artes de Granada. Por no hablar de lo bonita, cómoda y por supuesto cool que es la cafetería)
Lo mas interesante de contar es quizas mi accidentado regreso a Málaga para este fin de semana: Como me recorrí medio camino de Ronda para coger el autobús que me llevaría a la estación tirando de una bolsa de viaje mas grande que yo. Como justo al montarme en el 10 me di cuenta de que había olvidado el dinero. Como me volví a recorrer medio Camino de Ronda de vuelta a la residencia, y otra vez hasta la parada del autobús. Como a medio camino de la estación el autobús se estropea... etc. Menos mal, al final llegué a Málaga sana y salva, aunque ya me había perdido medio concierto de La V Columna. Las chapitas que diseñé se vendieron como churros, y además, junto con el encargo , habían llegado mis otras chapas, entre las que se encontraba la joya de la colección: la del Dr. Maligno (en el próximo encargo, una del Paco Aranclán, y a lo mejor del Mapashito).
El viernes, despues de que Jarry me llamase para quedar en la catedral ( el en la de Granada y yo en la de Málaga... menos mal que se aclaró, si no habría estado demasiado guapo...), salimos al centro y la noche no habría tenido mas trascendencia si no nos hubiésemos encontrado con Darth Vader, quien a pesar de ser un oscuro señor del mal accedió a hacerse una foto con nosotros (nuestro nivel de midiclorianos malignos debió mostrarnos como potenciales aliados para el lado oscuro). Y al dia siguiente, acampadón: donde debería estar yo ahora bailando la Rosarillo v/s Fangoria v/s Morodo y demas hiphoperíos. Y no aquí, en la sala de informática de mi residencia, después de un viaje en autobús de dos horas, y otro de media andando esquivando heavys en peregrinación hacia el Perro Andaluz, entre ellos Harley Davidson Man (un chaval que podría tener la edad de mi hermano pequeño, con melenita a lo Nick Carter y enfundado en cuero y flecos de marca) y una cena solitaria (supongo que eso de cenar tu sola a lo independiente antisocial sube tropecientos coolypuntos).
En fin... o esto se arregla o mañana me vuelvo a Málaga. Aunque sea haciendo Bohemian Stop.