1 de Marzo 2004

Delirio Goes To Praga

El viernes 20 de Febrero del 2004 comenzó mi viaje a Praga con la gente de mi colegio (de ahí que lleve tantos dias sin publicar nada, lo siento). Un viaje en el que tenía puestas muchas esperanzas, puesto que el curso cada vez se me hacía mas y mas insoportable, y a la vez ninguna, puesto que íbamos acompañados de ese maravilloso sector de la población juvenil: Los canis. Sector que ya empezó a dar por culo en el avión, tirando revistas y diciéndole bestialidades a la azafata checa (vamos a ver jilipollas: aunque le hableis en español, su compañero, el que no paraba de cuchichearle mientras os miraba con profundo desprecio, acababa de explicarnos en perfecto castellano cómo ponernos los chalecos salvavidas... espabilados).

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Por lo menos no dieron el coñazo, ya que la mayor parte del tiempo estuvieron o borrachos o resacosos (teniendo en cuenta que llegar hora y media tarde a todas partes no se considera "ser coñazo"). Al menos se dedicaron a ignorar a los "jipis" (como nos llaman con una mezcla de temor reverencial y desprecio... pobreticos) y los "jipis" les ignoramos a ellos. Como dicen los Gomaespuma: "Pazs pa tos".

Dejando el tema cani aparte, el hotel Apollon (si, se podían hacer muchos chistes) estaba bastante bien, aunque cuando la recepcionista vió llegar 93 personajes acompañados de unos cuantos curas, puso cara de horror cósmico.
Me tocó compartir habitación con una chica con la que no había hablado en la vida, y la verdad es que tuve suerte por que resultó ser un encanto.
Lo mejor fué que después de subir veinte kilos de maleta a pata por las escaleras hasta el quinto piso, llegasen unos notas empeñados en que le cambiásemos la habitación. Me lo podían haber dicho antes y me ahorro dos pisos, coñe.

En fin, ya instaladas en la 308, y después del primer encuentro con la familia de cortapichas que habitaba el cuarto de baño, nos fuimos a comer al centro. El centro de Praga esta compuesto practicamente de dos calles. De San Wenceslao a la Plaza del Reloj, y de esta al Puente de Carlo. Así que lo dominas en seguida ( a menos que sea de noche, haga frio, y estés buscando el rock café... ¿o no?).
Ya nos habían dicho que en Praga se come de puta madre y por dos duros. Hasta ahí todo bien. Lo que no nos habían dicho es que los camareros son mas lentos que el caballo del malo, y que cuando les dices con tu inglés de los montes de Málaga que quieres la cuenta "por separado, please", se les transforma la cara en una máscara llena de odio asesino. Así es la vida.

El viaje pasó volando. Por las mañanas viajes en autobus y visitas culturales acompañados por el Porno-guia (que guarro era el jodío : "la serrrvesa negrra hase crrreserr los pechos a las mujerrres" ... ah gracias, dinero de corporación dermoestetica que nos ahorramos, por que allí la cerveza es mas barata que el agua) o Checo-Pantohas (por que le enseñamos a decir "Y esssssooooo" y el tio lo adoptó como grito de guerra).

Las visitas a los monumentos estaban muy bien, pero todos esperábamos más de ellos. Yo creía que el Castillo de Praga era como Hogwarts, lleno de almenas y torreones lúgubres y siniestros, pero que vá. Aquello era como un ayuntamiento pero a lo bestia: Grande, cuadrado, blanco y feo. Y el Castillo de Spilberk igual. Aunque este último si era tenebroso, aunque más por lo morboso de su historia.
Este castillo sirvió como cárcel fortaleza a los margraves de Moravia durane toda la edad media: allí torturaban y ejecutaban a criminales y herejes. Y porteriormente fué tomado por los nazis, que usaban sus mazmorras como campo de concentración. Vaya, qu allí llevan matando a gente unos cuantos siglos.
Por eso, mucha gente se impresionó y no quiso entrar, aunque no vimos más que pasillos oscuros y ruinosos y algunas estancias de aspecto siniestro, o bien vacias, o bien ocupadas por algún maniquí cutre y andrajoso.
En fin, que el sitio en si no era nada impresionante, pero en un sitio donde ha habido tanto dolor y tanta muerte no me gustaría permanecer una vez llegada la noche.

Praga entera es así: todo sugestión, mito e imagineria medieval. Todo edificio gótico (o neogótico, por que la mayoría de los edificios fueron terminados en los siglos XIX y XX, como la Catedral, aunque su aspecto sigue siendo increiblemente... mundo de tinieblas) o como mucho, barroco, como la abadia de Mendhel con su refectorium blanco inmaculado.
Todo es leyenda, como el Callejón de Oro, situado junto a la Catedral: una calle de casitas diminutas en las que según cuentan, vivían los alquimistas.

Al medio dia, se comía a lo grande, todo regado con grandes dosis de Pivo, o Cherne Pivo (cerveza o cerveza negra), y por las tardes, tiempo libre, que empleábamos en comprar, tomar algo ( a poder ser algo que te quitase el frio... como el grog) o ver cosas por nuestra cuenta, como el museo Mucha ( allí las chapitas son gratis... ) el Reloj mecánico o el Puente de Carlo.

Por las noches cenábamos algun plato bastante asquerosillo en el hotel y nos subíamos a las habitaciones. En estos momentos, mientras los canis se cogían un ciego de colonia de 4 céntimos, nosotros hacíamos el polla poderosamente.
Una noche nos vestimos en plan gótico motivaillo, con lagrimones negros, pinchos y to eso... (¡¡¡ El Chino se dejó pintar y peinar en plan Marilyn Manson!!! ¡¡Oh my God!!) y grabamos una bonita y dramática pelicula que reflejaba la mundanal decadencia del alma humana y blablabla... un cachondeo.

Una de esas noches se lió la de Dios, por que había habido fiesta y los canis estaban más ciegos que de costumbre. Subí a ducharme con toda mi buena voluntad, con objeto de acostarme prontito y pasar desapercibida ante el zafarrancho de combate, pero como mi compañera aún no estaba en la habitación no eché la llave, para que pudiese entrar y no la puteasen los profesores.
En ello estaba yo, cuando un ente abrió la puerta de mi cuarto de baño y se aproximó a la mampara al más puro estilo Psicosis. "¡¡¡¡ AAAAAAAARRHGG FUERAAA DE MI CUARTO DE BAÑOOO!!!!" , pero el ente se aproximó aún más hasta pegar el careto a la mampara. Yo en pelotillas y el Ente preguntándome: "tia, tu quien ere"... Tiene cohones. "Coño, si es Inés" pensé (Inés es una con la que no he cruzado más de dos palabras en mi vida), y a la tia le faltaba meterse en la ducha conmigo y enjabonarme la espalda. Y yo histérica: "¡¡FUERAAAA!!". Y la espabilá encima se mosquea: "tia que borde eres"...
Ains... por lo visto la había mandado un cura en misión de reconocimiento, a ver quien estaba en su cuarto y quien estaba por ahí. Al final se fué y en ese momentó me llamó Jarry para contarme la que se estaba liando, con la gente potando y muriendo por los pasillos gracias a sus cubatas con colonia nenuco de imitación casera. Cotilleando estábamos cuando entra un cura en el cuarto hecho una furia visigoda, me puteó, y me quitó la llave. Pues que bien. Para una noche que no soy yo quien la lia, acabo escaldá.
Total, que al dia siguiente todo el mundo a las 11 en su camita viendo la MTV y sin las llaves de la habitación. Cosa que aprovecharon algunos canis para colarse en las habitaciones y hacer putadas, como echarle pasta de dientes a Alexis. Por que donde se ha visto un viaje así en el que nadie salga bañado en pasta de dientes.

Vaya. Que quitando algunas cosas, el viaje estuvo genial, y que le pegué un sobeteo al santo del puente de Carlo (que dicen que si lo tocas vuelves a Praga en un año) que si llega a estar vivo se quita de cura. Y volveré... jias jias jias...

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Lo mejor:El chino grabando chorripolleces con la cámara, la comida, los restaurantes medievales, la cerveza, el Barrio Judio (con el cementerio), la nieve y las batallas a bolazos de una acera a la otra, las llamadas tierno-rrománticas de cierto especimen en peligro de extinción al cuarto de alguien que quiere mantenerse en el anonimato, la noche que salimos a celebrar el cumpleaños de Alexis, el bar de Jazz, los checos mirones, la ruta por el centro contando leyendas de terror, el Porno-Checo- Pantohas, los escoñamientos acrobáticos del chino (o como caerse de boca con un tazón de cereales y no derramar ni una gota de leche), Jarry con voz de Carmen de Mairena mandándonos a la mierda para no darnos coronas de chocolate, Packass, el museo Mucha, la plaza del Reloj con sus puestecitos, la Herreria y las rosas de Forja, el ámbar, y la Davinia cantando "Como una ola" en el autobús (ante este maravilloso floklore a la guía Checa se le puso cara de... sustito máximo) y sus gallos artísticos (como se lo marcó, es una mostra)

Lo peor:Los porculeros que entran en el cuarto con su magnifica cara inexpresiva (gran signo de inteligencia interior, si señor) con el unico objeto de tirar un petardo, la cara de odio de los camareros cuando dices de pagar por separado, los shows mentales que nos armamos con las coronas, los euros y las "Credit Cards", que en la tienda de "todos los discos de metal que jamas pensaste encontrar tiraos de precio" no aceptasen targeta, los cambios asesinos de temperatura, el tranvia, la trágina muerte de papá cortapichas por meterse en la cama de mi compañera, lo emparanoyantemente terrorífica que era mi habitación (con los cortinajes hasta el suelo, y ese agujero en el techo del baño por el que se veía un pasillo oscuro lleno de cañerias, y por el que probablemente cupiese un elefante...), el teatro negro (menos el rubiazo greñudo), el camarero imbécil del bar fashion que creía que éramos idiotas (bye bye forever) y las checas gordas que te ignoran cuando les preguntas como ir a alguna parte o que, aparte de no dejarte pasar por las puertas de las tiendas te empiezan a putear en checo.

Escrito por Delirio a las 1 de Marzo 2004 a las 09:48 PM